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ACUPUNTURA


Milenios de conocimiento se plasman en una técnica con múltiples aplicaciones terapéuticas, aunque en muchas ocasiones no puede sustituir a la cirugía o a los antibióticos. La acupuntura representa una de las más importantes aportaciones de la medicina china.

Para entender la acupuntura es preciso conocer las bases de la medicina tradicional china, que parten de la idea de que la enfermedad es el resultado del desequilibrio de la energía vital, llamada qui, que circula por nuestro organismo a través de canales. Para los occidentales, la enfermedad se reconoce y trata cuando aparecen los síntomas, pero para los chinos el periodo más importante es el que precede a la manifestación de la enfermedad, el de menor resistencia a causa del desequilibrio energético. La labor del acupunturista consiste en establecer el diagnóstico exacto, determinar los lugares en los que se ha alterado el flujo de energía e intervenir sobre ellos restableciendo su equilibrio.

Los puntos de acupuntura en el cuerpo humano se clasifican en 14 grupos. La línea que une los puntos de cada grupo se llama meridiano. De ellos, 12 son bilaterales, esto es, 6 se ubican en la parte derecha del cuerpo y otros seis en la izquierda, mientras que otros dos quedan en la línea media. Cada meridiano tiene un trayecto definido que sigue dos vías: la interna, que tiene su origen en un órgano y recorre el cuerpo conectándose a la segunda vía, la externa, que finaliza en la terminal del punto de acupuntura y que se conecta a la interna llevándola de regreso al órgano de origen, lo que convierte al meridiano en una especie de circuito cerrado. Cada meridiano se denomina según su órgano de origen: el del pulmón, el del intestino grueso, el del bazo, el del corazón, etc.

Los meridianos no tienen correspondencia con estructuras anatómicas conocidas, pero sí hay pruebas de que son reales: las mediciones de la resistencia eléctrica de la piel y los estudios de la estructura microscópica de los tejidos y células de los puntos confirman que estas zonas son diferentes del resto.

Por otro lado, aunque todavía se desconoce su funcionamiento exacto, se sabe que la acupuntura actúa sobre el sistema nervioso, estimulando la actividad de sustancias analgésicas como las endorfinas y las células del sistema inmunológico. Algunos estudios han evidenciado que la acupuntura altera la química cerebral, pues influye en la liberación de neurotransmisores y hormonas e incide en partes del sistema nervioso relacionadas con las sensaciones y funciones involuntarias del organismo (reacciones inmunológicas, flujo sanguíneo, presión arterial?). Pero aún no se han descifrado los mecanismos íntimos por los que actúa en el organismo.